miércoles, 2 de diciembre de 2015

Metamorfosis y devaluación de la cultura en México.

                                                                                     Por: Estefany Guadalupe Núñez Hernández 1°B
En la actualidad la palabra “Cultura” ha tenido una amplia gama de variantes en cuanto a su significado. Para poder llegar a una definición un poco más exacta, y llegar al por qué de la problemática principal de la desaparición de algunas culturas étnicas en México me he dado a la tarea de investigar a fondo remotamente desde el surgimiento de esta.
    Antes que todo necesitamos saber la definición de esta palabra, la cual tiene muchas denominaciones y variantes cambiantes en tiempo y espacio, pero etimológicamente ¿Qué es cultura? viene del latín “cultus” que significa cultivo y a su vez deriva de la palabra “colere” que significa culto. “La cultura en la lengua latina, entre los romanos, tenía el sentido de la agricultura, y se refería al cultivo de la tierra para la producción.[1] Y para el ambiente científico/social también refiere a un conjunto de ideas, tradiciones, comportamientos, símbolos y prácticas sociales trasmitidos y aprendidos de generación a generación a través de la vida en la sociedad, dejando esto como un patrimonio para la humanidad.
    En este caso la indagación sería en la metamorfosis de la cultura étnica en México, ya que a lo largo de la vida nos han mencionado mucho sobre esta palabra, utilizándola en diferentes ocasiones, las cuales muchas veces nos podrían dejar confundidos, pero en sí, ¿Sabemos de dónde vienen nuestros primeros conocimientos sobre cultura? ¿Sabemos cuánto este mismo conocimiento prematuro nos marca a lo largo de nuestra vida? En lo personal tomo a la familia como la primera institución y de las más importantes al tener un conocimiento cultural, desde observar las acciones del padre y madre, y seguir  sus patrones de comportamiento hacía ello. Cómo a veces se llega a tomar sólo la conveniencia de algunas cosas que implica esta palabra. “La cultura se transmite a través de la familia y cuando esta institución deja de funcionar de manera adecuada el resultado es el deterioro de la cultura[2]
    Un claro ejemplo sería la religión, refiriéndonos un poco a la cristiana, ya que es una religión predominante en México, aunque no siendo lo mismo que la cultura, se podría decir que van de la mano, que se les puede denominar  mientras duran en su propio campo, da un sentido similar a la vida, proporcionando el marco para la cultura y protege a la masa del aburrimiento. Teniendo varias de las artes con una célula del cristianismo, como un cordón umbilical, ya que especialmente esta religión es la que predominó y predomina actualmente dentro de nuestra sociedad, aunque en la evolución histórica estas 2 se hayan apartado, siguen estando ligadas. Desde el momento de la conquista española en tierras mexicanas entre 1518-1521 por el español Hernán Cortés, quitando a las diferentes etnias en México su cultura politeísta, las culturas originarias y principales en este país, se les fue implantado un virreinato siguiendo sólo la merced de una deidad, cambio de idioma y costumbres, estilo de vida, etc. Sin embargo, podemos encontrar algunos testimonios escritos sobre personas que pese a estos cambios obligatorios, siguieron fieles a sus costumbres, los cuales de manera clandestina veneraban a sus dioses, tales como Quetzalcóatl, Tláloc, Tezcatlipoca, entre otros y siguieron impartiendo este tipo de cultura a sus hijos, hasta la actualidad, teniendo como consecuencia una gran mezcla de términos culturales.
    A esta religión (Cristiana) se le podría denominar cultura, si lo vemos desde un aspecto social, ya que conlleva enseñanzas, rituales, tradiciones y comportamientos aprendidos de generación en generación de manera obligatoria o ya sea por voluntad, pero ¿En realidad este intercambio de información ha dejado algo bueno? Siendo la religión o enseñanza que sea definida como cultura en la primera institución que es el núcleo familiar, muchas veces la información al pasar de los años, por cuestión de la modernización y nuevas tecnologías quizá, se altera, mezclamos una serie de tradiciones por así decirlo hasta llegar al deterioro de la palabra y nos queda esa gran incógnita: ahora ¿Cuál es mi cultura? ¿Soy una persona culta? Pues se podría decir que sí, hoy en día casi nadie es inculto, o más bien la mayoría de las personas somos cultas, pero ahí surge el problema, en este caso especificando en el país de México, tenemos tantas culturas tan diferentes, algunas implantadas a golpes, otras adoptadas consciente o inconscientemente, que llegamos al punto de no saber qué es lo que somos, qué es lo que seremos, y qué es lo que queremos dar a conocer de nosotros el día que muramos, puesto que la cultura es básica, es parte de lo que somos y de lo que fueron nuestros antepasados, nuestra historia, pero ahora ¿Y en el México actual? ¿Qué es lo que está pasando?
Tenemos esa espada de doble filo que es la inmensa multiculturalidad, que siendo tan extensa es muy poco aprovechada, nos dejamos guiar por el movimiento tecnológico bastante globalizado que entra en nuestro país, con tanto acceso a todo, tan fácil y rápido por medio de la tecnología, hemos adoptado diferentes conductas y estilos de vida por todo ese lavado de cerebro que recibimos en los medios de comunicación cibernética, por mencionar uno de estos, creando un cambio un tanto radical, iniciando una cultura plástica, cultura de masas, cayendo más al lado capitalista de la sociedad, olvidando las diferentes alternativas que se pueden mostrar en algunas etnias mexicanas, artesanías, manufactura, en el aspecto de salud como la medicina alternativa y la enseñanza del poder de las plantas y sus usos médicos entre otros.

“El fenómeno de la multiculturalismo, en la actualidad, puede hacer a las naciones presa fácil del caos. Es un proceso que representa un problema social por la mezcla de diversos elementos sociales interrelacionados entre sí; factores como política, educación y el mismo estado” [3]
 



En la actualidad en el aspecto de cultura de las masas como lo he mencionado anteriormente, podemos notar cómo existe un tipo de cultura que está sobresaliendo de manera impactante y muy eficaz en la industria comercial, que es la cultura de las marcas, “Esta cultura de masas nace con el predominio de la imagen y el sonido sobre la palabra, es decir, con la pantalla. La industria del cine, y sobre todo desde Hollywood[4] Con estos medios masivos de comercialización como la televisión, creemos que tener objetos de lujo, importados, con materiales extravagantes y de renombre nos hará personas de mundo, de clase alta, las personas que la sociedad anhela ser, dejando de lado la gran variante de trabajos artesanales nacionales, y con esto afectando a la economía del propio mexicano haciéndonos partícipes de un sistema capitalista que va haciendo que estos trabajos laboriosos y llenos de historia vayan desapareciendo y con ellos nuestras raíces.
   “La cultura mundo, cultura de las masas, en vez de promover al individuo, lo     aborrega privándolo de la lucidez y libre albedrío, y lo hace reaccionar ante la cultura de manera condicionada y gregaria”.[5]
   “Los últimos alardes del nacionalismo nos hacen temer que el mexicano sea ya en su intimidad psicológica un ser mixtificado, que a su naturaleza real, que desconoce, ha superpuesto una imagen falsa de sí mismo”[6].














En México ocupamos el sexto lugar con más patrimonios culturales y naturales para la humanidad, desde la antigua ciudad prehispánica El Tajín, Teotihuacán, Chichén-Itzá,  Tulum, El palenque, etnias importantes como los Tarahumaras, Huirraricas, Purepechas, etc. Los cuales tienen un gran peso histórico, artístico, místico y muchas veces no nos damos cuenta de el gran legado que tenemos encima y como hacerle honor a estos, nos sumergimos en un mundo superficial donde el valor turístico que damos cuando visitamos estos lugares no es más que el placer de decir, “yo conozco este o aquel lugar”, pero en realidad muchas veces no indagamos en el historia de tal, el trabajo que ha conllevado el defender estas raíces para que sigan vigentes, y como sobreviven poco a poco gracias a las personas que se dan a la tarea de dar a conocer estas enseñanzas ancestrales y darles el valor y enseñarle al mundo la gran diversidad cultural que tenemos.
Actuales asociaciones que se dedican a esto como el Fondo nacional de fomento para las artesanías (Secretaría de desarrollo social), CONACULTA, Programa de apoyo a culturas municipales (PACMYC)[7], etc. Este último especializado en apoyar a organizaciones independientes que tienen esta tarea de salvaguardar nuestros legados.
Por último quisiera invitarles a que seamos más conscientes del gran potencial que tenemos en nuestro país, que no nos dejemos llevar tanto por los medios de comunicación de manera equívoca, que los aprovechemos para explotar y dar a conocer toda la gran cultura que hay en nuestro país y que no se pierda ese amor por nuestras raíces.










[1] T.S, Elliot, Redefinition of culture, 1938, Londres, p.34-57

[3] Morales Campos, Estela. Diversidad cultural y acceso a la información, 2001, p.49.
[4] Vargas Llosa, Mario. La civilización del espectáculo, 2010, p.23.
[5] Vargas Llosa, Mario. La civilización del espectáculo, 2010, p.37
[6] Ramos, Samuel. Perfil del hombre y la cultura en México, p.67

No hay comentarios:

Publicar un comentario