sábado, 28 de febrero de 2015

Cómo seleccionar tipografías para texto...

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Como seleccionar tipografías para texto

Enviado por  el Viernes, 3 enero 20149 Comentarios
En este artículo me gustaría tratar el tema de la selección de tipografías para texto. Es decir, tipografías que van a ser utilizadas dentro de un contexto de lectura “inmersiva” en el que el lector no necesita “fuegos de artificio” que distraigan su atención y dificulten la comprensión de las ideas contenidas en el texto… que diría nuestra querida Beatrice Warde.
Y más que dar un “recetario” de tipografías adecuadas, me gustaría adentrarme por el sendero de la “sensibilidad hacia las formas tipográficas” que, pienso, es más útil que una simple lista con recomendaciones.
Así que para seleccionar una tipografía para texto que funciona adecuadamente no vamos a empezar por el menú de tipos disponibles en nuestro programa de maquetación, sino más bien por el desarrollo histórico de las mismas.
Desde este punto de vista, el tema de las clasificaciones tipográficas siempre me ha parecido una herramienta destinada a un objetivo: la estandarización de formas históricas con el fin de que los profesionales que las utilizan en sus trabajos tengan a su disposición una terminología concreta que describa las características básicas de los principales diseños tipográficos.
Este conocimiento facilita el intercambio de información entre estos profesionales entre si y en las relaciones con sus clientes y apoya decisiones de diseño tanto formales como conceptuales.
Siempre he visto las formas tipográficas como “pequeños artefactos culturales”, que apuntan contextos sociales, económicos o artísticos en sus formas y, por tanto, con un gran poder connotativo.
Por esta razón me interesan más clasificaciones como la que hace Robert Bringhursten su “The Elements of typographic style” que clasificaciones basadas en las formas intrínsecas de las letras o articuladas acudiendo al nombre de sus creadores como las de Maximiliam Vox o Aldo Novarese.
Por esta razón hablar de tipografías renacentistas, neoclásicas o industriales creo que aportan todo el sentido que el profesional o el estudiante requiere de una clasificación tipográfica.
Yo, en concreto, la que utilizo está basada en la de Bringhurts pero no llega tan lejos como la de este autor canadienses que llega a hablar de “líricas postmodernistas”. Tan solo hago una distinción posterior en los tipos industriales para dar cobijo a formas clásicas de las tipografías sin remates como las grotescas, geométricas o humanistas.
Las clasificaciones tipográficas son herramientas útiles para categorizar diferentes formas básicas, pero no todas las tipografías tienen que entrar forzosamente en alguna de ellas.

Me gustar pensar en formas básicas a partir de las cuales se desarrollan todas las demás y prefiero que los usuarios de las mismas no se agobien con una lista al estilo de los reyes godos.
He visto a muchos alumnos perderse en el “océano” de Internet buscando una tipografía apropiada para sus trabajos. Es muy fácil, si no tenemos un criterio formado, caer sepultado por la ingente cantidad de tipografías disponibles. Y aquí es donde tener bien claro cuatro o cinco modelos históricos claves nos va a facilitar mucho las cosas. Por esto, yo siempre recomiendo a mis alumnos que no corran tras la última novedad que está “pegando fuerte” o se dediquen a acumular tipografías por que sí… que mejor que esto es ir construyendo una “paleta tipográfica” integrada por tipografías que sepas lo que te van a dar, que “voces” te ofrecen sus diferentes variables, que glifos contienen… y esto se hace poco a poco ganando confianza, aprendiendo a utilizar sus recursos, adaptándola a tu trabajo habitual. De hecho, para empezar, cualquier suite informática de diseño ya pone en tus manos de forma gratuita una serie de tipografías que te permiten comenzar tu andadura de manera muy digna. Mejor pensar un poco, antes de vernos rodeados por un volumen ingente de tipos. Porque ir construyendo una “personalidad tipográfica” también significa crecer en recursos y conocimientos, lo que revierte en que seamos mejores en nuestra profesión.
En fin, teniendo esto en cuenta vamos a ver a continuación las cuestiones que tenemos que plantearnos para acertar en nuestra selección.
1. Hábitos lectores
Dice la diseñadora de tipos Suzana Licko que “leemos mejor lo que más leemos”. Ciertamente los hábitos lectores vienen marcados por los diferentes contextos que nos rodean (sociales, culturales, económicos y tecnológicos) y entre todos han dado lugar a un producto universal, el libro, que, desde mediados del siglo XV nos ha transmitido una manera de leer y unas expectativas acerca de cómo debe de ser un texto para leer que es difícil obviarlo.
Quiere esto decir que en cuestiones de composición de un texto compuesto simplemente para ser leído con comodidad, la capacidad de “innovación” que tiene un diseñador es limitada:
En este sentido tipografías con formas extrañas o caprichosas y composiciones “forzadas” puede que no sean las herramientas de elección para este tipo de textos al contrario que tipografías que en sus formas presenten el “ADN” que nuestro entorno nos ha transmitido de generación en generación utilizadas en textos compuestos sin estridencias, sea la mejor solución.
Claro, esto no significa que hay formatos actuales como revistas o periódicos en los que la composición de los textos debe de adaptarse a las particularidades de la maqueta. No vamos a componer una revista de tendencias como si fueran las obras completas de Lope de Vega. En este caso la adaptación creo que no merece ninguna discusión.
Cuando se trata de seleccionar una tipografía de texto, los hábitos de los lectores destinatarios del mensaje son un elemento muy importante a tener en cuenta.

2. ¿Qué me pide el texto?
Esta pregunta es la puerta de entrada al proceso de “casting tipográfico” que vamos a realizar. Se trata de una respuesta que nos proporciona el “tono” de la tipografía que buscamos.
¿Qué vamos a componer con ella: una novela, una memoria de una entidad financiera,  un cuento para niños, el texto de un libro técnico…?
El texto a componer va a exigir unos “requerimientos” a la tipografía que utilices, estéticos y prácticos por eso  comprender la naturaleza del trabajo a realizar es lo primero que debemos hacer.
Debemos ajustar la imagen que transmite una tipografía con el concepto implícito en el mensaje que se compone con ella. La tipografía conforma el estilo y el tono del diseño, influenciando en como los lectores interpretan el texto y por extensión la idea que transmite el creador del mismo.
¡¡Ojo!! Esto no quiere decir que una novela de Víctor Hugo la tengamos que componer con Didot, si o si… que ya os estoy viendo. La idea es leer a Víctor Hugo pero teniendo en cuenta que estamos en el siglo XXI. Tened cuidado con las alusiones históricas a la hora de seleccionar una tipografía, que nos puede devolver un pastiche.
3. Legibilidad y lecturabilidad
Puede parecer que estos dos conceptos son similares o intercambiables pero en realidad son diferentes aunque, eso sí, complementarios.
La legibilidad es la facilidad con la que se identifican los distintos caracteres que forman un alfabeto y está basado en las características incluidas en su diseño:
Contraformas, ojo medio, remates, contraste de los trazos, etc…
La lecturabilidad hace referencia a la comodidad con la que se lee un texto compuesto y entre sus características encontramos: tamaño del tipo, longitud de línea, interlineado, y el espacio entre caracteres y palabras…
Ambos los podemos encuadrar dentro de los requisitos “técnicos” que podemos evaluar en la selección de una tipografía y tienen mucho que ver con la tipología de los destinatarios del texto. Por ejemplo, la población encuadrada dentro de la denominada “tercera edad” puede tener más dificultad para leer textos compuestos en un tamaño pequeño que si los posibles destinatarios están dentro del segmento de la población adolescente.
Imaginad, por ejemplo, el Quijote compuesto con la tipografía Garamond en un cuerpo de 72 puntos. Esto sería muy legible… pero nada lecturable.
En lo que afecta a nuestro trabajo como compositores de ese texto debemos tener en cuenta que en cuanto a la legibilidad nuestra responsabilidad consiste en seleccionar una tipografía con las características formales apropiadas de acuerdo a unos requisitos específicos, pero que las formas de esos caracteres vienen definidas por el creador de la tipografía, por lo que queda fuera de nuestro alcance.
En cuanto a la lecturabilidad, toda la responsabilidad recae de nuestro lado ya que todas las decisiones que la afectan están en nuestro campo.
Como regla general, primero buscamos un tipo legible y después lo hacemos lecturable.

4. Una buena familia
Es muy importante que la tipografía elegida disponga de las variables necesarias para completar los requerimientos del proyecto. Esto pasa por hacer una buena planificación de las necesidades antes de seleccionar la tipografía y, sobre todo, antes de comenzar el trabajo.
¿Qué tipo de números voy a necesitar: de caja baja, tabulares? ¿Voy a necesitar versalitas?  ¿Fracciones verdaderas?, estas y otras preguntas deben de ser respondidas como paso previo a la búsqueda tipográfica.
Por norma general, si vamos a componer un texto de carácter literario la búsqueda deberá orientarse hacia tipos con remate de corte clásico en los que nos será fácil encontrar recursos tales como versalitas, itálicas verdaderas o números de caja baja. Por el contrario, si estamos buscando una tipografía para una publicación como una revista seguro que podremos encontrar más versatilidad en tipografías sin remate que puedan aportar, a través de las variables de grosor, las “voces” y los recursos para articular las diferentes jerarquías gráficas de una forma más eficaz.
Ejemplo de los glifos y variables necesarios en una buena tipografía de edición.

5. La suegra y el yerno
Las tipografías actuales de calidad suelen tener tal cantidad de variables que es perfectamente posible afrontar un encargo complejo sin necesidad de acudir a una excesiva cantidad de diseños diferentes. Prácticamente con una única familia podremos articular la mayoría de niveles jerárquicos y riqueza visual que necesitemos.
Si no es así, y tenemos que hacer convivir dos familias diferentes la palabra clave es contraste. La convivencia de dos familias tipográficas pasa por destinar a cada una de ellas a un trabajo específico y que el resultado visual sea lo suficientemente contrastado. Si no es así, no tendría sentido poner en juego dos diseños diferentes y utilizando el color, tamaño o posición, por ejemplo, de uno solo de ellos tendríamos suficiente.
Como todo, aún existiendo el contraste siempre podemos graduar este de acuerdo a nuestras intenciones. Ya sabes, ¿buscas un contraste extremo o quizás sutil?
En cualquier caso podemos señalar que no es buena idea emparejar tipografías de formas similares (Didot y Bodoni o Bembo y Garamond), ni mezclar dos tipografías de fuerte personalidad (como Scala y Withman).
6. Rendimiento
Hasta ahora hemos tratado el tema de la selección tipográfica desde un punto de vista formal, pero hay también un condicionante importante para una correcta elección de una tipografía que es el rendimiento que nos ofrece, es decir, la cantidad de caracteres que puedo incluir en una línea. Esto, evidentemente, se traduce en una motivación de tipo económico, es impresionante ver como aumentan o disminuyen las páginas que contienen un texto simplemente cambiando la tipografía elegida.
Simplemente situando al lado una de otra los caracteres básicos de dos tipografías nos podemos dar cuenta del diferente rendimiento que nos pueden ofrecer.
Pero existe un detalle importante que tenemos que tener en cuenta y es que para comparar realmente ambos rendimientos tenemos que igualar los “ojos medios”, a algunos os sonará más el término “altura de x”,  ya que si no es así lo único que comparamos son dos modelos diferentes de tipografías. Una vez igualados, la mayoría de las veces veremos una discrepancia en el tamaño expresado en puntos tipográficos de las dos, es cuando podemos comparar cual de ellas economiza el espacio necesario para un texto dado.
Otro buen consejo referente a esto es que no os fiéis del tamaño del tipo escogido en la aplicación de maquetación, suele dar mejor resultado imprimir a su tamaño y dejar que el “ojo tipográfico” decida.
Igualar el tamaño nominal de las tipografías (72 puntos), vemos que da como resultado dos tamaños reales diferentes. Al igualar los “ojos medios” igualamos el tamaño real y comprobamos que en puntos tipográficos difieren notablemente.

7. En conclusión
El diseñador gráfico Michael Bierut en este artículo nos propone trece maneras de escoger una tipografía. Algunas nos parecerán más disparatadas que otras pero, dejando de lado la crítica hacía los maximalismos (nunca mejor dicho) tipográficos que destila el artículo, todas comparten alguna particularidad que en algún momento determinado podemos convertirla en razón para seleccionar una tipografía.
Posiblemente los diseñadores gráficos por su alta exposición a las formas tipográficas estén en disposición de encontrar la “voz” adecuada para un proyecto en cuestión dentro de un rango de posibles candidatas realmente amplio… es su trabajo. Por otro lado tanto los hábitos lectores, costumbres o cultura visual del público objetivo también tienen mucho que decir y es un factor muy importante a la hora de seleccionar una tipografía: edad, habilidades lectoras, posición social, expectativas… son todos aspectos que también debemos tener en cuenta.
Así que, a modo de consejo, yo empezaría por un estudio amplio de los condicionantes que van a general el contexto donde la tipografía va a realizar su trabajo. Esto me va a resolver una parte importante del enigma, digamos la “parte técnica”.
A continuación procedería a buscar ese aporte de “sensibilidad” que haga que la tipografía escogida participe de pleno derecho del conjunto de la obra; de forma sutíl, imperiosa, aclaratoria o práctica… que nos aporte esas pequeñas “gotas de belleza” que solamente podemos encontrar en los detalles y que nos acercan el aroma de un tiempo, espacio o lugar y que, en definitiva, hacen que despues de cumplir su función, la tipografía se exprese como un “artefacto cultural, gráfico y estético” de primer orden.

Signos de corrección tipográfica

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Los signos de corrección tipográfica

Enviado por  el Viernes, 12 octubre 2001Un comentario
El advenimiento de los modernos sistemas de autoedición supuso una verdadera revolución que afectó de lleno a la organización del trabajo en el mundo de las artes gráficas. De hecho oficios como los de cajista, teclista e incluso corrector han desaparecido de las modernas imprentas sustituidos por potentes ordenadores que desarrollan las tareas que antes tenian encomendadas varios operarios cada uno especialista en su parcela.
Como legado de la época anterior a la autoedición, podemos citar, entre otras cosas, a los signos de corrección tipográfica que si bien en la actualidad han quedado un poco en desuso aún es posible encontrarse con ellos en ciertos trabajos o situaciones.
Los signos de corrección son anteriores a la invención de la imprenta; los primeros correctores de manuscritos los crearon para corregir el trabajo de los copistas, señalando al margen los signos que indicaban la corrección; éstos tenían semejanza con distintas letras griegas, semejanza que aún conservan, si bien ligeramente modificada.
Los signos de corrección son internacionales; se usan en casi todos los países con muy ligeras diferencias.
Tales signos tienen sólo un significado convencional, perfectamente conocido por correctores, cajistas y teclistas, así como por otras personas directamente relacionadas con la imprenta, como los escritores y los traductores. Se clasifican en llamadas, signos o enmiendas y señales.

Llamadas

Se emplean muchas y de diferentes formas; cada corrector suele usar casi siempre las mismas, aquellas con las que está más familiarizado; Cada una de estas llamadas sirve para señalar en el texto una letra, palabra, frase o lugar que necesite la corrección. Una vez señalado en el texto se repite en el margen la misma señal, y a su derecha se coloca el signo, letra, palabra o frase que sustituye a lo tachado.
Las llamadas no deben repetirse en una misma línea, salvo si se trata de la misma corrección, en cuyo caso se podrán repetir cuantas veces sea necesario.

Signos o enmiendas

Son signos convencionales que indican la operación que se ha de realizar en el lugar señalado por el corrector, al cual remite la llamada puesta a la izquierda del signo, ambos situados en el margen de la prueba.

Señales

Las señales se indican en el texto, pero no es preciso sacarlas al margen; sin embargo, si en algún caso es necesario, ello podrá hacerse para más claridad y que no pase inadvertida al teclista o cajista.

ESTRUCTURA BÁSICA DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

ESTRUCTURA BÁSICA DEL PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

La estructura convencional de los proyectos de investigación en ciencias sociales (redactados en tiempo futuro) es muy similar a la estructura de los reportes (redactados en tiempo pasado). Algunas instituciones académicas o que financian investigación añaden algunos otros elementos, pero por lo general casi todas las instituciones siguen esta secuencia:


1. Título del trabajo;

2. Nombre del autor o autores y filiación institucional;

3. Lugar y fecha;

4. Introducción (en donde se hace un breve resumen de los estudios previos en esa área temática, del problema de investigación concreto, hipótesis, metodología a utilizar, hallazgos, conclusiones y bibliografía – por lo general esto se escrib después de escribir el resto del texto);

5. Problema de investigación, planteado en enunciados afirmativos y como interrogaciones por resolver;

6. Hipótesis, en la que se enuncian los casos, fenómenos, épocas, políticas, documentos o grupos a contrastar (por ejemplo: “existe una clara diferencia entre los grupos migrantes en sus filiaciones religiosas cuando la migración implica un cambio de contexto lingüístico frente a aquellos que no se trasladan a una sociedad con un contexto lingüístico diferente al de su origen”);

7. Metodología (instrumentos de recolección de datos, sujetos de quienes se obtiene la información, procedimiento por el que se recolectan la información);

8. Tipo de resultados esperados (obtenidos, en el caso del reporte);

9. Tipo de análisis de la información (cuantitativa, cualitativa, desde enfoques antropológicos, históricos, sociológicos, antropológicos, de política institucional…);

10. Discusión de los hallazgos;

11. Conclusiones (numeradas y puntuales);

12. Fuentes de información y bibliografía consultada;

13. ANEXO1: Cronograma de actividades (actividades en el tiempo);

14. ANEXO2: Presupuesto de gastos (cuánto dinero en qué cosas, para apoyar cuáles actividades y cuándo)

lunes, 23 de febrero de 2015

Quien era? Quien soy? Quien quiero ser?

Yo era un chico por decir promedio, no tenía obligaciones en ningún sentido, siempre lo importante para mi eran mis amigos y divertirme, pero un día me di cuenta que eso no llevaría a ningún lado, me cuestione la situación actual de mi país y pregunte del porque las cosas funcionan de la manera en que funcionan.

Quien soy ahora...  Creo que como la mayoría de todos los de mi clase, soy un estudiante que emprende un largo camino lleno de dificultades, pero siempre con un objetivo claro y un reto por aprender día a día.

Quien quiero ser...   Me encantaría tener un doctorado, tener una perspectiva más amplia del mundo y de mi sociedad, poder crear proyectos o ideas que ayuden la situación actual de México.

domingo, 15 de febrero de 2015

Quien era ? Quien soy ? Quien quiero ser ?

Quien era ?
Era una persona que no pensaba en mi futuro que me enfocaba mas a la diversión, no tenía preocupaciones, era medio superficial, era medio ególatra, era muy fiestero, solo quería que fuera fin de semana para ver adonde iba a salir o que iba hacer. Era una persona irresponsable, soberbia, no tenía ganas de estudiar ni luchar por mis inquietudes.
Creo que veía la forma de color de rosa, se me hacia muy fácil entender y aceptar todo era muy sencilla la vida para mi hasta que descubrí que estaba dejando pasar mucho tiempo y fue entonces que comprendí que dejo de defenderme en la vida en todos los aspectos ( eso era lo que mi madre me decía)
Quien soy ?
En este momento soy una persona ambiciosa, con muchas ganas de aprender muchas cosas positivas en mi vida, soy realmente quien quiero ser, me volví más responsable, entendí que heche a perder muchos años de mi vida en "no hacer nada" soy una persona que quiere superarse cada día mas. Quiero viajar, conocer parte del mundo si es que se puede todo por que no; soy estudiante de licenciatura, soy sincero soy amable con la personas que lo son conmigo soy Allan Heron Castro actualmente tengo 24 años
Quien quiero ser ?
Quiero ser el orgullo de mis seres mas queridos como por ejemplo mis padres, mis amigos, gente que me rodee quiero que se sientan orgullos de mi, de saber que hice una carrera, quiero ser alguien que sea recordado aun cuando no este, que tengan un buen recuerdo mío.
Quiero trabajar fuertemente para ayudar a mis padres, ayudar a gente que necesite algo de mi,
Puedo decir que quiero ser alguien en la vida como todo mundo dice pero creo que ya somos alguien puesto que existimos y tenemos logros y errores. Mejor digo que quiero ser el orgullo de toda aquella persona que este conmigo hoy y siempre. Ese quiero ser :)

Quién era? Quién soy? y Quién quiero ser?

           Quién era? Quién soy? Quién quiero ser?



Quién era?
Hace algunos años era una persona que no tenía un plan de vida, no sabía que era lo que quería para mí, No pensé que lograr las metas que uno se proponía no era tan fácil, era inmadura e irresponsable con mis obligaciones no pensaba en la consecuencias de mis actos.

Quién soy?
Ahora tengo un plan de vida que estoy siguiendo. Sé lo que quiero obtener en un futuro y lucho por tenerlo. Soy y me hago responsable de todos mis actos, Pienso  mucho en las decisiones que tengo que tomar respecto a mi futuro.

Quién quiero ser?
Quiero ser una persona que logre cumplir todos sus objetivos, Obtener lo que quiero mediante mi trabajo y esfuerzo. Quiero ser una persona que mediante sus conocimientos pueda aportar algo a la sociedad en la que vivo .

sábado, 14 de febrero de 2015

¿Quien era? ¿Quien soy? ¿Quien quiero ser?

¿Quien Era?
Yo era en un principio alguien que siempre le intereso en el comportamiento de las demas personas y los problemas sociales que ocurren alrededor del entorno siempre eh mostrado gran interes hacia eso, el proposito de este trabajo es mostrar mi pensamiento y los cambios que quiero hacer a futuro.

¿Quien Soy?
Soy una persona que le gusta socializar,me gusta leer o ver documentales sobre diferentes culturas del mundo asi como su musica, tradiciones y demas, mis pasatiempos  favoritos son el escuchar musica y la caminata.

¿Quien quiero ser?
Quiero ser alguien con una mente mas abierta a futuro y el estudiar esta carrera para ser asi mas analitico, me gustaria poder dar clases en alguna escuela para poder enseñarle a alumnos a ser mas analiticos en la sociedad y que pueden ver mas alla de esas la sociedad y que pueden ver mas alla de estas constumbres impuestas por la sociedad, para asi poder mejorar en su forma de visualizar y pensar.

Jesus Alejandro Arevalos Moya.

Acerca de la escritura académica

Sugerencias y convenciones de la escritura académica

¿Odias las faltas de ortografía?

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jueves, 12 de febrero de 2015

¿Quién era...? ¿Quién soy yo...? ¿Quién quiero ser...?

Quien era: Una persona que en lo particular no sabia lo que quería, simplemente creía que todo era mas sencillo, incluso mi actitud era muy desinhibida en todo aspecto y de cierta manera mi preocupación ante cualquier circunstancia era mucho menor a la que actualmente es.
Mis pasos fueron erróneos entre ellos estudiar una carrera (economía) que no fue lo que realmente  me puse analizar ni verificar el plan de estudios.


Quien soy: Tengo obligaciones y hambre de salir adelante. Estudio sociología, carrera que en el poco tiempo de este semestre me e dado cuenta que es lo que quiero estudiar y no me arrepiento aunque no puedo negar que me gusta trabajo social pero llena mas mis expectativas esta esta licenciatura que estoy cursando porque es interesante aprender los diferentes comportamientos de la sociedad y ciertos temas, aunque no se aun en que especializarme me daré el tiempo con ayuda de mis materias y maestros.


Quien quiero ser: Estar titulada, tener un empleo en el que me desenvuelva, trabajar en algún programa de alguna institución estatal o privada y como punto un salario justo.

¿Quién soy? ¿Quién era? ¿Quién quiero ser?



¿Quién soy?
Soy una joven seria, reservada no comparto mis asuntos con cualquier persona, dedicada en todo lo que hago, perfeccionista tanto en la escuela como en mi casa, respetuosa y educada con personas de mi edad y sobre todo con adultos, procuro ser amable, siempre soy puntual, carezco de paciencia, me enojo con facilidad pero no soy rencorosa ni digo groserías, en ocasiones suelo ser desesperada lo que ocasiona que me estrese, algunas veces soy prudente y otras impulsiva, exagero un poco en el orden, soy muy responsable ya que no falto a mis deberes sino es  por algún motivo grave, me considero alegre pero no acostumbro salir de noche, prefiero reuniones familiares.
 ¿Quién era?
Algún tiempo fui envidiosa y no sabía compartir, prefería pasar tiempo con mis amigos, me molestaba mucho que me llamaran la atención y era un poco convenenciera.
 ¿Quién quiero ser?
Principalmente una buena profesionista, muy positiva y optimista, paciente y tolerante ante cualquier adversidad que se me presente, con suficiente humildad para ser capaz de ayudar a las personas en sus dificultades. 

Basilio Lomeli Joan

lunes, 9 de febrero de 2015

¿Quién era? ¿Quien soy? ¿Quien seré?




Mi nombre es Karina Rubí Durán Alcaráz me gusta me que digan Rubí porque Karina es muy largo, tengo dos hermanas unos padres excepcionales y dos gatos.
Cuando era niña siempre fui muy hiperactiva, siempre andando de un lado a otro, haciéndome cuestiones y experimentando cosas nuevas, aunque confesare no siempre aprendí de mis errores, pero eso no significa que los cometí más de una vez.
Se puede decir que mi infancia fue de cierta manera normal ya que por parte de mis padres recibía buenos valores y una educación y disposición maravillosa. Los problemas comenzaron cuando comencé a crecer y darme cuenta que de pronto yo podía tener decisiones propias sin depender de alguna manera de mis padres, es la etapa de todo adolescente en busca de una identidad eso era lo que en mi cabeza rondaba por esas épocas, además de ideas rebeldes donde yo me quería comer al mundo; recuerdo que esta etapa coincide con mi vida académica dentro de la secundaria, esta misma fue donde conocí personas que realmente marcaron mi vida hasta el día de hoy, momentos y circunstancias que han ayudado a ser quien soy hasta hoy. Esta etapa yo la considero la mejor de mi vida hasta hoy, aquí logre de todo como por ejemplo saber liderar, ser diferente, descubrir mi gusto por la música y sobre todo por tocar guitarra y cantar, esto que después conllevo a una serie de agrupaciones conformadas por mis amigos, sin embargo todo esto cambio o trascendió durante mi instancia en la preparatoria aquí todo fue diferente, desde un principio me sentí libre, sin ataduras creí que ahí todo lo podía yo hacer, me sentí independiente, conocí gente nueva, con nuevos ideales, fui a fiestas y conciertos, en esta etapa fue donde comencé a conocer el mundo más de cerca la que me dio experiencia.
Una vez egresada de la preparatorio todo estaba listo según yo, para seguir estudiando, no tome mucho en cuenta todos los riesgos que corría sin ser alumna de ningún lado, así que me arriesgue hice tramites a ciegas a una carrera de la cual sabía que me interesaba pero no la conocía y pues por cosas del destino no fui admitida a dicha carrera que era Derecho y mi única reacción ante la circunstancia fue buscar un empleo para poder tener un poco de experiencia laboral mientras nuevamente se abriera la convocatoria para intentar ingresar nuevamente a la licenciatura de sociología y que el resultado de todo ese proceso dio un giro inmenso para llegar a donde estoy ahora.

Ahora soy alumna de la universidad de Guadalajara en la licenciatura de sociología, definitivamente todo mi entorno se ve diferente, nada es como era antes, ahora soy más madura, responsable, “sin vida social” como decimos los jóvenes tengo un horario muy complejo, me levanto desde las 6 am y regreso a casa hasta las 10 pm, es decir la mayor parte del día la paso fuera mi hogar, y sin embargo  yo a eso no le hago el feo al contrario, sé que mi esfuerzo valdrá la pena para poder ver frutos, pero hay algo muy importante en todo esto que yo descubrí mucho a lo largo de toda esta trayectoria y eso fue que: como seres humanos y mortales que somos tenemos poco tiempo para poder lograr comernos a esta inmensa esfera, la vida solo se nos va entre suspiros y decidí hacer lo posible por buscar mi felicidad y encontrarme con buenas personas que hicieran mi instancia en este mundo grato y fructífero a lado de momentos y recuerdos únicos.

Finalmente yo me veo en algún futuro como una persona capaz de cualquier cosa, terminando mi licenciatura y hasta ahí le dejo porque ahora puedo simular cualquier futuro pero no quisiera arruinar las sorpresas que este tiene para mí, especulando algo que no es ni será, prefiero adaptar mis metas y pensamientos a las circunstancias que se me presenten posteriormente y lograrlas.

Por: Durán Alcaráz Karina Rubi