martes, 10 de mayo de 2016

LA GRAN DEPRESION: CAUSAS, EFECTOS Y REPERCUSIONES EN MÉXICO Y LATINOAMÉRICA.

Los días comprendidos entre el 24 y el 29 de octubre del año 1929, se produce el quiebre de la bolsa de valores de Nueva York. Esta crisis sin precedentes se extendió rápidamente afectando a numerosos países de América y Europa. Este periodo de incertidumbre, que abarca (con pequeñas diferencias) toda la década de los años 30, ha sido examinado y estudiado por incontables expertos desde entonces, pues resulta un evento que sentó  precedente, sirviendo como paradigma sobre hasta que punto una crisis financiera global puede llegar a extenderse, así como de los efectos que pueda llegar a tener sobre todos los involucrados.

CAUSAS DE LA DEPRESIÓN
Han sido numerosas las teorías que se han postulado para querer explicar las diferentes causas que provocaron la gran depresión, aunque hay consenso en que se trataron de diferentes factores económicos y sociales que se afectaron unos a los otros, provocando repercusiones cada vez mas grandes.
De entre algunas de las teorías que se han barajado para exponer a esta serie de sucesos, el factor de la “sobreproducción” ha estado siempre entre las más aceptadas. Este fenómeno, el cual tuvo mayor presencia en los Estados Unidos, sucedió debido a que los niveles de producción que manejaban las distintas empresas estadounidenses era de tal magnitud, que ya no obedecía a las leyes de oferta-demanda, pues esta había rebasado por completo a las necesidades reales de consumo de su país desde hacia casi un lustro atrás. Silva señala las diferentes causas de la sobreproducción:
·         “Distribución desigual de las rentas, que lleva implícita la limitación del consumo a las capas sociales más ricas, que en la mayor parte de los países no eran muy numerosas. Galbraith señala que en los Estados Unidos el 5 por 100 de la población recibía la tercera parte de la renta nacional.
·          Mantenimiento de precios de monopolio, tipo cartel, que obligaba a la existencia de grandes cantidades de stocks sin vender, al comprometerse los fabricantes a mantener unos precios pactados de antemano.
·         Desfase entre precios agrícolas e industriales: los primeros crecen más lentamente que los segundos y hacen disminuir, por tanto, el poder adquisitivo de los campesinos (importante clientela de la industria.
·         La reconstrucción de las economías europeas, y el incremento de producción de algunos países menos desarrollados o coloniales durante la guerra, junto con el desenfreno productivo de los Estados Unidos.” (anónimo, 2008)
Otra posible causa que se ha propuesto es el del desorden monetario que había durante dicho periodo de tiempo.
Como ya se ha dicho anteriormente, los años 20 se caracterizaron por dos factores: la pérdida del valor oro  y por una excesiva dependencia financiera hacia los Estados Unidos por parte de numerosos países de América, Europa y Asia, convirtiéndose Wall Street entonces, en el centro financiero mas importante del mundo. Y al existir mas centros financieros, como el de parís y el de Londres, se inicio así una competencia que solo agrego mas inestabilidad al panorama.
Finalmente, otra de las causas estudiadas ha sido la de la marcada desigualdad en la recuperación económica. A partir de la segunda mitad de los años 20, surge una tendencia al alza en numerosos países capitalistas, sin embargo, la recuperación es altamente desigual, mientras que la mayoría de países que eran capitalistas solamente habían tenido una recuperación parcial y relativa, solamente los Estados Unidos había mejorado notablemente su situación, debido sobre todo a que ahora expandía sus fronteras de consumo con dos nuevas industrias: los electrodomésticos y la automotriz


CONSECUENCIAS SOCIALES Y POLÍTICAS
Las consecuencias que esta gran crisis trajo consigo para todo  el mundo fueron tales y de tal magnitud, que no son pocos los historiadores que han llegado al consenso de culparla directamente de la Segunda Guerra Mundial.
La principal consecuencia que tuvo esta crisis mundial, y que fue la que más dificulto la vida cotidiana para la clase trabajadora, fue la de los niveles sin precedentes de paro, llegando mundialmente a alcanzar la cifra de 40 millones de personas sin empleo aproximadamente, esto durante la primera mitad de la década de los 30.
Se reconocían dos tipos de paro:
·         el parcial: contaba con sectores de la población que en realidad no eran desempleados, sin embargo  trabajaban medios turnos por lo que sus salarios se vieron reducidos a la mitad no importando que tan bajos fuesen desde un principio.

·         el total: eran aquellos que habían quedado literalmente en la calle, acompañados de enfermedades, expuesto a la violencia, mendicidad y al hacinamiento, viviendo en los barrios bajos de distintas ciudades como ciudadanos de tercera.
El descenso demográfico fue otra consecuencia muy importante, las tasa de mortandad entre niños pequeños así como de adultos seniles aumentaron de manera considerable, la falta de recursos económicos obligaron a miles a suspender nupcias, disminuyendo con esto los niveles de natalidad, la gente no quería tener hijos que no podrían mantener; además, en esta situación tan desesperante obligo a miles de personas a emigrar hacia otros países con la esperanza de mejorar su situación.
La consecuencia política más importante que tuvo la gran depresión, es sin lugar a dudas el auge que alcanzaron los movimientos fascistas, así como la ascensión del nacional-socialismo en Alemania.

REPERCUSIONES EN LATINOAMÉRICA.
Latinoamérica ha sido durante muchos años y hasta hoy día, altamente dependiente en materia económica de los Estados Unidos; por lo que es de esperar que cuando la estabilidad financiera del país del norte se ve desestabilizada o mermada, llegue a repercutir necesariamente en el resto de países mas al sur, y de gran manera. La importación de productos acabados (en su mayoría), fue durante décadas de extrema importancia para lograr satisfacer las diferentes necesidades de los mercados dentro de sus fronteras.
Sin embargo, con la serie de acontecimientos que sucedieron al crack en Nueva York, así como la subsecuente depresión financiera, numerosas compañías extranjeras que mantenían sus operaciones dentro de los confines de varios países latinoamericanos tuvieron que cerrar sus puertas, dejando en el desamparo a muchos todos los involucrados nativos.
Esta situación fue en verdad tortuosa, pero con todo y esto, logro generar  ideas nuevas acerca de la expansión de sus diferentes niveles de mercado, con la idea en mente de poder llegar a producir por ellos mismos todos (o la mayoría) de productos que en otras circunstancias habrían tenido que importar, y de esta manera lograr un avance hacia un estado mas autosuficiente con respecto a los Estados Unidos.
Varias naciones europeas influyeron en gran medida a la evolución financiera de América latina, entre ellos se encontraron Alemania, Francia e Inglaterra. Sirvieron como importantes prestamistas y la mayoría de sus inversiones fueron directo hacia la energía y las materias primas.
Una vez que la crisis había surgido, Latinoamérica resintió este suceso debido, entre otras razones, a que a lo largo de la década de los años 20, había pactado una serie de préstamos solicitados principalmente a los Estados Unidos.
“…la confianza que gozaban las clases dominantes latinoamericanas inspiradas por una filosofía positivista de progreso; las esperanzas puestas en un desarrollo del continente; la explotación de grandes cantidades de tierras para la exportación principalmente de productos alimenticios; el desarrollo de una infraestructura significativa en el ámbito de los puertos, de trenes, de producción de energía eléctrica, los progresos de los transportes intercontinentales permitiendo una mejor integración al mercado mundial. En los tres países más desarrollados del continente -Brasil, Argentina, México -, la inversión presentó un gran dinamismo en la década de los 20, y estaba financiada por emisiones de títulos bien cotizados en los Estados Unidos y en Europa. Estos países acumulaban enormes deudas pero todos, ya sean acreedores, deudores o operadores de los mercados financieros, estaban convencidos que las exportaciones crecerían de manera permanente asegurando el pago del servicio de la deuda”. (Tossaint, 2003 p.2)
En todo el continente la pobreza fue aumentando cada vez mas, agravando la situación de países en los cuales esa condición ya era (y sigue siendo) un problema. Estas condiciones, sumadas al desempleo y bajo nivel adquisitivo, encendió en buena manera un claro repudio hacia lo que llamaban “el imperialismo estadounidense”, lo que fue causante de que a lo largo del siglo XX surgieran en distintos puntos del continente corrientes del tipo socialista.
Hubo varios tipos de reacciones latinas hacia lo que estaba sucediendo, Ramírez Necochea (1966) distingue tres que sobresalen de entre todas:
“a) Los avanzados elementos populares – especialmente la clase obrera e intelectuales de las capas medias- preconizaban cambios revolucionarios tales como la reforma agraria, la realización de medidas antiimperialistas, el acelerado desarrollo industrial y el ascenso del pueblo al poder político.
b) Los elementos tradicionales… se aferraban al orden vigente y trataban de mantenerlo a través de inauditos esfuerzos…
c) Ciertos sectores de las clases dirigentes, apoyándose en las capas medias y poniendo en actividad a miembros de las fuerzas armadas, se orientaron a promover y a implantar regímenes dictatoriales que… aplacaran el creciente malestar social.” (Ramírez, 1967, p. 14)
Los Estados Unidos apoyaron sobre todo esta ultima afirmación, ya fuese de manera directa o indirecta y variando de lugar en lugar, ya que de esta manera, podía mantener su influencia sobre los distintos territorios de Latinoamérica e inclusive, protegerse de posibles revoluciones antiimperialistas.

REPERCUSIONES EN MÉXICO
México, al igual que la gran mayoría de las naciones de América latina, dependía enormemente de la estabilidad económica de los estados unidos, por lo que cuando esta sufría de alteraciones, las consecuencias que traían consigo repercutían necesariamente en nuestro país.
En Latinoamérica, la crisis provocada  por el Crack del 29 causo, entre otras cosas, el cierre de numerosas empresas estadounidenses que laboraban  en dichos territorios. En un principio, esto provocaría un rezago en el crecimiento económico de los países involucrados; sin embargo, esta situación sirvió para que los gobiernos de las naciones afectadas buscaran la manera de poder producir por cuenta propia aquellos productos y materias primas que de otra manera, habrían tenido que importar desde el extranjero.
Visto desde ese punto de vista, esa inversión a largo plazo efectuada por varios países latinoamericanos, sirvió como un impulso que ayudo a lograr un avance importante para estos lugares (México incluido).
Ahora, debido a esta situación tan delicada, el pueblo mexicano busco acercarse mas y de manera mas activa a las tomas de decisiones que concernían a la situación financiera del país. Tanto así que mientras que en 1910 hubo aproximadamente 20 mil votantes, para el año 1934 ya se contabilizaban alrededor de 2 millones de participantes.
Habían especialistas que consideraban que una mayor participación por parte del estado ayudaría a estabilizar la situación económica del país, pero acciones que tomaban gobiernos extranjeros, como el de apoyar a defender los intereses de los centenares de empresas provocaron problemas para los gobiernos que intentaban recuperarse a duras penas.

Llegados a este puto, México optó por seguir con una política de corte nacionalista, el gobierno buscaba mostrar al pueblo la importancia que tenia el tener la capacidad de ser autónomos y eficientes, mostrando con esto, los primeros vestigios de populismo post-revolucionario.

REFERENCIAS

Anónimo (2008). "La Crisis de 1929". [En línea]Dirección URL: http://www.zonaeconomica.com/crisis-1929 (Consultado el 05 de Mayo de 2016)

Morales A. (s/f). ¿De que manera la Gran Depresión afecto la política mexicana? 1929-1934. mayo 5, 2016, de Gaceta de ciencia política Sitio web: https://www.academia.edu/2606906/_De_qué_manera_la_Gran_Depresión_afectó_la_política_mexicana_1929-1934

Ramírez, H. (1966) Los Estados Unidos y América Latina (1930-1965) Editorial Palestra. Buenos Aires

Toussaint, E. (2003) La Crisis de la Deuda Externa de América Latina en los siglos XIX y XX. [Documento en Línea] Ramírez, H. (1966) Los Estados Unidos y América Latina (1930-1965) Editorial Palestra. Buenos Aires consultado en http://users.skynet.be/cadtm/pages/espanol/toussaint01.pdf [05/05/2006]

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